Polémica en Ecuador: Noboa suma figuras del correísmo a su gobierno
La reciente decisión del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, de integrar a su gobierno a figuras con fuertes vínculos con el correísmo ha generado una intensa controversia en el país. Este movimiento, que dominó la escena política ecuatoriana durante una década, es recordado por acusaciones de persecución a la prensa y a la oposición.
Nombres como Fausto Jarrín, exabogado de Rafael Correa; Marcela Holguín, exasambleísta correísta ahora a cargo de los medios públicos; y Carolina Jaramillo, la nueva vocera del gobierno, cuyo discurso previamente había sido crítico, han desatado preocupaciones sobre un posible regreso a prácticas autoritarias que marcaron el pasado reciente de Ecuador.
Fausto Jarrín: Un Operador Clave en la Sombra
La figura que más inquietud suscita es Fausto Jarrín. Este exasambleísta correísta, además de ser abogado de confianza del expresidente Correa, defendió legalmente a altos funcionarios del correísmo investigados por casos de corrupción, incluyendo a Fernando Alvarado y Alexis Mera. Ahora, Jarrín emerge como un operador clave detrás de las bambalinas del gobierno de Noboa.
Influencia Política Reconocida
Aunque Jarrín no ocupa formalmente un cargo en el gobierno, su influencia política es innegable. Estuvo presente en la investidura de Noboa el pasado 24 de mayo y desempeñó un papel fundamental como operador en la Asamblea Nacional. Su contribución fue crucial para que el oficialismo obtuviera la presidencia legislativa, la primera vicepresidencia y el control de las principales comisiones parlamentarias.
Según informes de Ecuavisa, aunque no es un funcionario oficial, se reconoce a Jarrín como una pieza clave en la gestión política de Daniel Noboa. Su trayectoria política incluye su rol como asambleísta del correísmo hasta el año 2022, y su primer cargo público se remonta al año 2016, durante la administración de Rafael Correa.