La icónica actriz española Carmen Maura, figura clave del cine de Almodóvar, fue la invitada estrella en el programa "Otro día perdido" conducido por Mario Pergolini en El Trece. En una charla íntima y reveladora, Maura compartió detalles inéditos sobre su vida personal y profesional, desde sus inicios en la España franquista hasta su presente artístico.
Juventud marcada por el franquismo
Maura relató cómo la rigidez de la sociedad franquista moldeó su juventud. "Con veinte me casé... y me quedé preñada", confesó, ilustrando la falta de opciones y la imposición del matrimonio y la maternidad como destino para las mujeres de la época. "Tampoco me preguntó nadie si quería tener hijos...", añadió, contrastando con la mayor libertad de elección que disfrutan las mujeres hoy en día.
La actriz recordó que vivir sola a los veinte años era impensable y que la sociedad imponía un camino predeterminado. Sin embargo, también destacó la emoción y la efervescencia de la transición democrática, que marcó un punto de inflexión en su vida y en la historia de España.
El cine como refugio y pasión
A pesar de la prohibición paterna de acercarse al teatro, Maura encontró en el cine una pasión que la acompañó durante toda su carrera. Su trabajo con Pedro Almodóvar la consagró como una de las actrices más importantes del cine español, convirtiéndola en una "chica Almodóvar" reconocida a nivel mundial.
El secreto de la vejez: ¡80 años con humor!
En un momento divertido de la entrevista, Maura reveló su edad: "Tengo 80", provocando una ovación en el estudio. Explicó que celebró su cumpleaños con una fiesta íntima para reflexionar sobre las ventajas de alcanzar esa edad. A pesar de reconocer los cambios físicos y los desafíos que conlleva el paso del tiempo, Maura destacó la sabiduría y la experiencia acumulada como un tesoro invaluable. "De los 70 a los 80 se nota un cambio, el cuerpo ya no responde igual, aunque intento hacer gimnasia y peso", comentó con humor.
La espontaneidad y el sentido del humor de Carmen Maura conquistaron a Pergolini y al público, demostrando que la edad es solo un número y que la vitalidad y la pasión por la vida pueden mantenerse intactas a lo largo de los años.