Las elecciones presidenciales en Chile han dejado un panorama incierto. Jeannette Jara, candidata del oficialismo y militante del Partido Comunista, obtuvo la mayor cantidad de votos en la primera vuelta, superando a sus rivales de derecha. Sin embargo, no logró la mayoría necesaria para evitar una segunda vuelta, que se disputará el 14 de diciembre contra el conservador liberal José Antonio Kast.
La sorpresa de la jornada
Un factor inesperado fue el desempeño del independiente Franco Parisi, quien, a pesar de aparecer relegado en las encuestas, obtuvo un considerable 18,4% de los votos, superando al ultraderechista Johannes Kaiser. La candidata de la derecha más moderada, Evelyn Matthei, quedó rezagada en un quinto lugar, aunque cerca de Kaiser.
Matthei reconoció rápidamente su derrota y anunció su apoyo a Kast para la segunda vuelta. Se espera que los candidatos de derecha se unan para hacer frente a Jara, lo que dificulta las posibilidades de la candidata oficialista de mantener el rumbo de políticas progresistas.
Voto obligatorio: ¿factor determinante?
Estas elecciones marcaron un hito en la historia electoral chilena debido a la implementación del voto obligatorio. Se estima que entre cinco y seis millones de chilenos que habitualmente no votaban tuvieron que hacerlo, lo que generó incertidumbre sobre el impacto de este nuevo electorado en los resultados.
¿Qué esperar de la segunda vuelta?
El escenario para la segunda vuelta es complejo. La unión de la derecha podría fortalecer la candidatura de Kast, mientras que Jara enfrenta el desafío de movilizar a su electorado y captar votos de otros sectores para lograr la victoria. La seguridad ciudadana, un tema que ha cobrado relevancia en Chile en los últimos años, podría ser un factor clave en la decisión de los votantes.
El resultado de la segunda vuelta definirá el futuro político de Chile y determinará si el país continúa en la senda de las políticas progresistas o si experimenta un giro hacia la derecha.