El jueves 27 de noviembre de 2025 se presenta con un clima variable en la provincia de Santa Fe, específicamente en las ciudades de San Lorenzo, Santa Fe capital y Rosario. Según los últimos reportes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se espera una jornada de transición, con temperaturas que aún recuerdan al verano, pero con un aumento progresivo de la nubosidad y la posibilidad de precipitaciones, especialmente hacia la noche.
Pronóstico detallado para San Lorenzo
En San Lorenzo, la temperatura máxima alcanzará los 30°C, mientras que la mínima se ubicará en los 21°C. Durante la mañana, no se esperan lluvias, con una humedad del 64% y vientos leves de 14 km/h provenientes del noreste. Para la tarde y noche, el pronóstico se mantiene sin precipitaciones, aunque con vientos que podrían alcanzar los 16 km/h del norte durante la tarde y disminuir a 7 km/h del noreste por la noche.
Santa Fe y Rosario: ¿Paraguas a mano?
Para las ciudades de Santa Fe y Rosario, el SMN anticipa un escenario similar, con temperaturas máximas alrededor de los 31°C. La principal diferencia radica en el momento de mayor riesgo de lluvia. La probabilidad de precipitaciones aumenta desde la tarde y se intensifica hacia la noche, con posibles chaparrones y tormentas aisladas. Además, se esperan rachas de viento sostenidas que podrían potenciar la sensación térmica y dificultar el tránsito.
El rol del Servicio Meteorológico Nacional
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) juega un papel crucial en la provisión de información meteorológica confiable. A través de su red de estaciones meteorológicas, imágenes satelitales y modelos de predicción numérica, el SMN recopila, analiza y difunde datos esenciales para la toma de decisiones en diversos sectores, desde la aviación y la agricultura hasta la navegación y la gestión de emergencias. Sus alertas meteorológicas, emitidas con anticipación, buscan minimizar el impacto de fenómenos meteorológicos peligrosos.
¿Qué significa una alerta meteorológica?
Una alerta meteorológica emitida por el SMN indica la posible ocurrencia de una amenaza meteorológica. Estas alertas se emiten generalmente con 24, 48 o 72 horas de anticipación al evento, con el objetivo de brindar a la población y a los tomadores de decisiones el tiempo necesario para prepararse y tomar medidas preventivas.